La vitivinicultura argentina tiene un plan a diez años que expresa un conjunto de acciones integrales, promotoras del desarrollo y la innovación. Una visión de largo plazo construida entre todos por el consenso.
La puesta en marcha del Plan Estratégico Vitivinícola al 2030 es una realidad y con ello la vitivinicultura argentina consolida y extiende un proceso de innovación social y planificación estratégica sin precedentes que se inició con el siglo XXI y tuvo un hito de legitimación con la aprobación unánime de la Ley Nacional 25.849 en 2004.
Siempre es bueno recordar la dimensión de la vitivinicultura como una referencia importante a la hora de tomar decisiones. Argentina es:
- 7º país con superficie implantada de vid en el mundo.
- 5° productor mundial de vinos.
- 9º exportador mundial de vinos.
- 9° mercado de consumo de vinos del mundo.
- 7º en consumo per cápita de vinos del mundo.
- 2º exportador mundial de jugo concentrado de uva en volumen y 2º en facturación.
- 18 provincias productoras de uva.
- 000 hectáreas.
- 000 viñedos.
- 000 productores.
- 900 establecimientos.
- 000 puestos de trabajo directos.
- 000 puestos de trabajo indirectos.
- Una nueva generación de agrónomos, enólogos y sommeliers de clase mundial.
- Más de 300 bodegas abiertas al turismo en 16 provincias, que atraen por año a más de 2.000.000 de visitantes.
COVIAR es el ámbito creado por ley nacional para el desarrollo del Plan Estratégico Vitivinícola. Esta es la mesa institucional de la Vitivinicultura Argentina, donde los actores de la cadena productiva comparten, con el Gobiernos Nacional y los Gobiernos Provinciales, un espacio de consenso y construcción.
Puesta en marcha del PEVI 2030.
- Eje producción primaria
La continuidad del Proyecto de Integración de Productores a la Cadena Vitivinícola es una realidad después de un arduo trabajo de gestión público-privada. PROVIAR II estará enfocado en la mejora de la eficiencia hídrica a través de la integración de productores. Hemos alcanzado los acuerdos necesarios entre los distintos actores públicos y privados para una ejecución equilibrada y eficiente del proyecto.
Tenemos catorce Centros de Desarrollo Vitícola en todo el país en conjunto con el INTA, con participación de productores, industriales, municipios, cámaras empresarias e instituciones. Los Centros Vitícolas son verdaderos núcleos de articulación, extensión e innovación para la producción primaria.
- Eje investigación, desarrollo e innovación.
Estamos llevando adelante con recursos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), del Consejo Federal de Inversiones (CFI) y de las provincias un ambicioso estudio de caracterización de todas las regiones vitícolas del país que dará a los productores y bodegas valiosas herramientas de análisis y comunicación.
El Observatorio Vitivinícola Argentino, proyecto de la Bolsa de Comercio de Mendoza y COVIAR, junto con el Instituto Nacional de Vitivinicultura, continúa brindando información estratégica para la toma de decisiones.
- Eje mercado externo.
Alcanzamos en el año 2021 record de exportaciones de vino fraccionado, con más de 830 millones de dólares.
Seguimos realizando acciones de promoción de los vinos argentinos en el exterior a través de Wines of Argentina y la Cámara Argentina de Vinos a Granel, ambas unidades ejecutoras de COVIAR.
La vitivinicultura argentina necesita más empresas exportadoras. El Plan Estratégico Vitivinícola en su actualización al 2030 establece como objetivos de largo plazo no sólo crecer en exportaciones, sino que también busca darle sostenibilidad económica, social y ambiental a la actividad a partir de la revalorización de las distintas regiones vitivinícolas y la incorporación de más jugadores al comercio exterior. Por eso creamos una nueva unidad ejecutora de Pymes Exportadoras en el seno de la COVIAR para ayudar a internacionalizar a más empresas.
A través de la articulación con Cancillería y las embajadas argentinas en Brasil, China, Estados Unidos, México, Panamá, Reino Unido y República Dominicana, hemos trabajado para favorecer las exportaciones de vino, jugo concentrado de uva, pasa de uva y uva de mesa.
- En el mercado interno.
El vino argentino mantiene vigencia con una creciente innovación en estilos y envases. Poco más del 70% del vino que producimos va al mercado interno, estamos entre los diez principales mercados de vino del mundo y más de un tercio del vino que consumimos los argentinos es comercializado por productores integrados en cooperativas.
Hace poco más de 11 años, y también con Julián Domínguez como ministro de agricultura, trabajamos para ser el primer país del mundo en declarar al vino como su bebida nacional. Hoy a la luz de los resultados nos sentimos orgullosos de lo logrado. Por eso junto con el gobierno nacional, el Consejo Federal de Inversiones y las provincias le hemos dado reimpulso al Programa “Vino Argentino Bebida Nacional” destinando más recursos a la promoción.
Y renovamos también la campaña de promoción genérica del Vino Argentino que desde 2005 coordina el Fondo Vitivinícola. “Va con vos, va con todo” es el nuevo concepto de las piezas que ponen el foco en la diversidad de propuestas con las que el vino se vincula con sus consumidores, especialmente con los más jóvenes.
- Eje turismo vitivinícola.
El turismo vitivinícola constituye el gran cambio en la matriz productiva de las provincias vitivinícolas y nos convierte en exportadores en tres dimensiones: exportamos nuestros vinos; los extranjeros vienen y consumen en nuestras regiones; y los argentinos han descubierto en nuestro país nuevas regiones de clase mundial para visitar y conocer.
No solo las bodegas se benefician del movimiento que genera el turismo del vino. La gastronomía, hotelería, el comercio y el transporte también lo hacen, al tiempo que nuestros jóvenes encuentran trabajo de calidad en zonas rurales evitando el éxodo. Proyectos turísticos de todos los tamaños y de distintas características coexisten en las mismas regiones brindando diversidad y una oferta de calidad.
A través de la Asociación de Turismo del Vino de COVIAR estamos articulando con la nación y con las provincias las políticas para darle mayor impulso al enoturismo.
- Eje sostenibilidad.
La Guía de autoevaluación de sostenibilidad vitivinícola que elaboramos en conjunto con la Universidad Nacional de Cuyo este año será certificable. Productores primarios, bodegas, fábricas de jugo concentrado de uva y plantas de pasas de uva podrán certificar sus practicas sostenibles en lo económico, social y ambiental.
Estamos firmando en este acto un acuerdo con el Ente Mendoza Turismo y la Universidad Nacional de Cuyo para la elaboración de una Guía de sostenibilidad para que los establecimientos enoturísticos también apliquen prácticas sostenibles.
Desafíos y amenazas.
- Crisis hídrica.
El principal problema de nuestra vitivinicultura es el agua, en especial en las dos provincias con mayor superficie plantada: Mendoza y San Juan.
La crisis del agua nos alcanza e interpela a todos y a todas. Y exige una respuesta conjunta. El desarrollo productivo de los próximos años nos obliga a planificar y asignar recursos para infraestructura y eficiencia en el riesgo.
PROVIAR II debería ayudar a los pequeños productores de uva pero eso sólo no alcanza. El gobierno nacional y los gobiernos provinciales deben mejorar la infraestructura pública de riego para optimizar el aprovechamiento del agua.
Debemos avanzar en una agenda común de infraestructura hídrica.
- Competitividad para exportar.
Alrededor del 50% de las uvas que producimos tienen como destino los mercados internacionales en forma de vino, jugo concentrado, pasa de uva y uva de mesa. Es preciso ser competitivos.
Los aumentos de reintegros y la eliminación de derechos de exportación a las PyMES vitivinícolas nos ayudan, pero no es suficiente. Es urgente hacer extensiva la eliminación de retenciones a toda la cadena productiva. Como economía regional, generamos trabajo y valor agregado, tenemos distribución territorial y somos marca país. Por todo esto, debemos tener un trato diferencial en materia de derechos de exportación.
- Tipo de cambio.
Un tipo de cambio para los exportadores que acompañe a los vaivenes macroeconómicos del peso es indispensable si queremos continuar con la tendencia lograda de crecimiento de nuestras exportaciones. Dimos un paso importante con la puesta en marcha del “Plan 1.000” elaborado con el Ministerio de Desarrollo Productivo para alcanzar los mil millones de dólares de vinos fraccionados exportados. Y estamos cerca de lograrlo.
- Tolerancia cero.
El debate sobre tolerancia cero de alcohol para conducir, además de inaplicable, no resuelve el problema multicausal de la siniestralidad vial. Y sí modifica los hábitos alimenticios y culturales de los argentinos, perjudicando su calidad de vida.
La vitivinicultura seguirá trabajando en la promoción de un consumo de vino responsable y saludable en todos los ámbitos, sosteniendo el compromiso de seguir contribuyendo en iniciativas conjuntas que apunten a la prevención y a la educación.
La compleja relación entre el consumo de alcohol y la siniestralidad vial debe ser abordada desde una perspectiva que considere todos los factores que forman parte de dicha problemática. En este sentido sostenemos la necesidad de una política pública integral con foco en la prevención y educación.
- Equilibrios
Sostener el equilibrio logrado entre producción y consumo es la base fundamental para la rentabilidad y una adecuada distribución del ingreso dentro de la cadena. Esto implica mantener vigentes las herramientas existentes tales como el acuerdo de diversificación interprovincial y las políticas llevadas adelante por los gobiernos provinciales.
Es fundamental la integración y los procesos asociativos que mejoren el poder de negociación de los productores, su representatividad, participación en espacios de concertación y acceso a la innovación.
- Capital social
La vitivinicultura como actividad económica se plantea la rentabilidad de cada uno de sus actores, pero por encima de ello debemos ser una actividad socialmente sostenible.
Es fundamental mejorar la conectividad de las zonas rurales como forma de inclusión y arraigo de la población y es una prioridad el desarrollo de planes de vivienda rural para los trabajadores y trabajadoras del campo. Debemos mejorar la educación y la seguridad en las zonas rurales para un desarrollo más equitativo.
Pedidos
Mientras trabajamos en el mediano y largo plazo, hay medidas necesarias en lo inmediato:
-Es urgente completar la eliminación de los derechos de exportación para toda la cadena vitivinícola.
-Necesitamos un tipo de cambio acorde para sostener y mejorar la tendencia creciente de nuestras exportaciones.
-Es urgente la necesidad de implementar un plan de obras nacional y provinciales de infraestructura hídrica, para mejorar la eficiencia en el riego y aprovechar las inversiones que se hacen desde el sector privado. No hay inversión pública mas urgente y prioritaria en nuestra región que la optimización en el uso del agua.
-Es indispensable concretar acuerdos comerciales que nos permitan igualar las condiciones de acceso a los mercados internacionales.
-Pedimos que les den continuidad a los aportes de fondos nacionales y provinciales para la lucha contra la lobesia botrana.
-En conjunto, debemos sostener y desarrollar herramientas financieras que promuevan la inversión productiva en los distintos eslabones de la cadena.
Cierre
El desarrollo de nuestra actividad está íntimamente ligado al bien común, a la generación de empleo de calidad, de arraigo de nuestra gente en el campo y la generación de divisas genuinas.
Somos constructores de la “marca Argentina” en el mundo.
Tenemos el Plan de la vitivinicultura argentina y la convicción de llevarlo adelante.
Solo el trabajo conjunto de todos los sectores, públicos y privados, lo hará posible. ¡Feliz Vendimia!
Muchas gracias.
Para acceder a fotos entrar aquí:
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