Se realizó la reunión producto del compromiso asumidos por los señores senadores Miguel Ángel Pichetto, Aníbal Fernández y Adolfo Bermejo. Carlos Fiochetta, Gerente de Desarrollo Estratégico de COVIAR abrió las exposiciones con una ágil presentación que detalló los aspectos más relevantes del Proyecto de Ley de Uso de Jugos Naturales, luego Hilda Vaieretti señaló la importancia de este proyecto estructural que beneficia a las economías regionales de trece provincias argentinas.

Este aspecto fue resaltado también por Nicolás Carlino, representante del sector citrícola de Corrientes y productor de Montecaseros, haciendo hincapié en la necesidad del productor de 15 hectáreas que hoy debe diversificarse para poder subsistir, y al que este Proyecto daría una salida rentable a su producción ya que busca una mayor y mejor distribución de la riqueza. Según este planteo, el impuesto de las bebidas analcohólicas que no iría a las Arcas de Estado llegaría en forma directa al productor.

En el mismo sentido, Sergio Cavallín, pequeño productor del Alto Valle de Río Negro dejó en claro su preocupación por la pérdida de rentabilidad del sector, que lleva a que fruta de primera selección se destine a jugo y, al mismo tiempo las jugueras patagónicas que se encuentran trabajando hoy al 50%. 

El Ministerio de Salud de la Nación también aportó su mirada acerca del impacto negativo que produce en la población el alto consumo de estas bebidas. En línea con el trabajo que vienen desarrollando, Daniel Ferrante manifestó su apoyo a este Proyecto presentando por ejemplo los casos de países como Estados Unidos, México, Brasil y Francia que ya han modificado sus legislaciones en el sentido que pretende este Proyecto. Aseveró que una disminución del 10% del consumo de estas bebidas, evitarían alrededor de 250.000 casos de enfermedades relacionadas como obesidad, diabetes, cuadros renales crónicos.

El gobernador de Mendoza, Francisco Pérez se expresó en defensa del 70% de las 200.000 hectáreas cultivadas en esa provincia, que corresponden a minifundistas, y cómo este Proyecto los beneficiaría, señalándolos como una virtud de nuestro país que debemos defender. Marina Riofrío, en representación de José Luis Gioja, expuso la posición sanjuanina en apoyo al Proyecto. Sobre el final Aníbal Fernández y Miguel Ángel Pichetto entendieron la importancia de los planteos vertidos sobre este tema e instaron a encontrar los mecanismos que permitan alcanzar los acuerdos necesarios para la concreción del mismo.

La importancia de esta propuesta radica en el incentivo a la producción de bebidas analcohólicas más naturales, ya que por un lado se promueve la utilización de jugos naturales y se disminuye el contenido global de edulcorante por una menor utilización de Jugo de Maiz de Alta Fructuosa, y al mismo tiempo la demanda de azúcar de caña aumentará por dos causas: la disminución del precio y el aumento de la demanda del bien final (las gaseosas) y el “piso” de edulcoración del 75% con azúcar de caña.

Los principales aspectos del Proyecto de Ley de Uso de Jugos Naturales y la propuesta vitivinícola para impulsar el uso del jugo concentrado de uva en la demanda de edulcoración, permitirá incorporar componentes naturales y saludables a la bebidas analcohólicas, sin encarecer el producto final ni perjudicar el mercado del azúcar.

 

El primer objetivo de la propuesta es la de contribuir al desarrollo de las economías regionales. Ya que impulsaría sectores agroalimentarios de 13 provincias; Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Formosa, Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, Neuquén y Rio Negro.

 

El segundo objetivo es el de incorporar componentes naturales y saludables a las bebidas analcohólicas, mediante el uso de productos pertenecientes a dichas economías como durazno, lima, limón, mandarina, manzana, naranja, pomelo y uva.

 

BENEFICIOS

 

· Incluir productos naturales y saludables como el jugo de frutas en la composición de un alimento de alto consumo como las bebidas analcohólicas impactaría positivamente en la salud de gran parte de la población

· Se posibilita un nuevo mercado para las economías regionales

· Fortalece modos de producción que aportan al sostenimiento del tejido rural, productivo y social

· Provee una alternativa de edulcoración a la industria de las diferentes bebidas sin alcohol

· Beneficia cadenas productivas de baja concentración en comparación con las otras industrias involucradas, ya que el jugo de frutas es un producto de alto valor agregado, mano de obra intensiva y fuerte distribución territorial.