El proyecto de Reforma Tributaria enviado al Congreso el pasado lunes no incluyó impuestos internos a la Bebida Nacional. La propuesta inicial de gravar al vino con 10% y a los espumantes con 17% quedó sin efecto, por lo que la tasa para ambas bebidas será del 0%.
El presidente de la Nación Mauricio Macri escuchó los argumentos que expusieron las provincias productoras de vino y la gente que hace la vitivinicultura argentina y le comunicó, la semana pasada al gobernador mendocino, su decisión de eliminar del proyecto de Reforma Tributaria el impuesto interno que se le aplicaría al vino y a los espumantes.
El gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, y el de San Juan, Sergio Uñac, junto al resto de las provincias vitivinícolas, trabajaron en consenso con los actores de toda la industria del vino para formular la defensa de la Bebida Nacional y lograron revertir una situación compleja.
Los argumentos de las provincias vitivinícolas y las entidades que conforman la industria fue escuchada por los ministros nacionales Nicolás Dujovne y Francisco Cabrera y la decisión final de quitar del proyecto de Reforma Tributaria al vino, incluyendo a los espumantes, la tomó el propio Presidente Macri en un claro gesto de apoyo a una actividad que genera más de 100 mil empleos directos y más de 280 mil puestos indirectos y que se concibe a partir de una profunda base agrícola, en casi todo el país, desde Jujuy a Chubut.
El mercado argentino de vinos concentra casi el 80% de la producción vitivinícola. Todos los actores de la vitivinicultura argentina festejamos que el presidente Macri haya escuchado los argumentos surgidos gracias al consenso pleno, entre industria y gobiernos vitivinícolas, y que la Bebida Nacional pueda mantenerse en la mesa de los argentinos sin gravámenes.
La Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) celebra el logro y que el trabajo haya sido en absoluto consenso junto a las provincias vitivinícolas (Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Salta, Neuquén, Río Negro, Jujuy, Córdoba, Buenos Aires, Chubut y Tucumán) y a los actores de toda la industria, demostrando una vez más que acercar posiciones y lograr acuerdos son las bases para la construcción de una sólida vitivinicultura argentina.