La unidad ejecutora Producción Primaria de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) realizó por cuarta vez el concurso de jóvenes emprendedores vitivinícolas, que busca premiar a aquellos jóvenes que se destaquen por su idea o proyecto a realizar en la industria vitivinícola.
Luego de dar a conocer sus proyectos, el jurado, integrado por el gabinete perteneciente al directorio de Producción Primaria, evaluó bajo ciertos requisitos a los participantes.
El miércoles 15 de diciembre se premiaron en la Enoteca a los tres ganadores y mención especial de este Concurso 2021, que contó con la participación de 19 proyectos.
La Enoteca como sede de este encuentro de ganadores, fue testigo de la entrega de cheques a modo de representación del incentivo económico, el cuál se hará efectico a través de proveedores, contando con la colaboración que necesite aportar a cada proyecto. Los incentivos serán de: 1° premio $160.000; 2° premio $80.000; y 3° premio $40.000.
Entre los ganadores se distinguieron con el primer lugar Bodega Terra Lombarda, un proyecto presentado por Andrea Tornaghi de San Rafael que busca mejorar el espacio de la bodega para diversificar ingresos y ofrecer experiencia única entre vinos, enoturismo y gastronomía, además de la reconversión del parral existente.
Andrea Tornaghi de San Rafael fue la ganadora del primer premio con su proyecto Bodega Terra Lombarda.
El segundo lugar lo ocupó Hidroplus de Alex Córdoba. Se tratar de producto que busca crear una cultura de apreciación y optimización del uso del agua, reducir el riesgo de pérdidas, aumentar la productividad y brindarle a la planta una nutrición eficiente y sustentable. Es una especie de polvo granular biodegradable y no tóxico que, al estar en contacto con el agua, se expande y es capaz de absorber hasta 200 veces su peso en agua, dependiendo del tipo de suelo, calidad del agua, clima, planta, entre otros factores. Se coloca en la raíz y la mantiene hidratada sin necesidad de riego o lluvia. Además, incorpora elementos nutritivos 100% naturales que colaboran en las primeras etapas de crecimiento de la planta e incrementa su rendimiento en el caso de los cultivos. Puede usarse para cualquier tipo de plantas, cultivos, árboles, jardines, macetas, hidropónicos, vegetales, etc.
“Las plantas tomarán la humedad y los nutrientes de acuerdo a sus necesidades, asegurando un crecimiento estable y saludable, reduciendo las frecuencias de riego y optimizando el uso del agua”, sostiene Alex Córdoba, creador del proyecto.
Continuando con la entrega de presentes, Sueños de Revolución se llevó el tercer puesto. Este proyecto de Pablo Caparrós tiene lugar en el departamento de Luján de Cuyo y pretende restaurar los antiguos viñedos escondidos entre calles y barrios privados de la zona. Estas viñas se han ido perdiendo con el paso del tiempo por los avances en la urbanización, lo que ha generado la pérdida del legado viticultor de los inmigrantes, sobre todo del río Mendoza al norte. La idea central de este proyecto es salvar un viñedo centenario, hoy viñedo urbano, ubicado entre loteos en el distrito de Chacras de Coria, esperando que sea el puntapié para crear varios vinos más que preserven el patrimonio cultural y vitivinícola de la zona.
“Sueños de revolución son viñedos agroecológicos, en donde no se usan agroquímicos de síntesis, se mezclan antiguas técnicas, se respeta la vegetación y se interviene mínimamente en el cultivo para que el terroir se exprese lo más posible. Pero no solo buscamos la expresión natural, sino que nuestras técnicas nos permiten ahorrar agua, no sobre exigir a las plantas y trabajar con mano de obra lujanina a la manera ancestral”, explica Pablo Caparrós.
Por último, se le otorgó una mención especial a Soledad Paez y su proyecto “Cepas de ilusión”, quien realiza arado tradicional con caballos, resultando así beneficioso para el suelo porque no contamina el medio ambiente al igual que lo hace el uso del tractor, por ejemplo. Prescindir del tractor a la hora de realizar esta labor evita la propagación de gases tóxicos, siendo además beneficiosa la presencia del caballo para el terreno. Otro punto a tener en cuanta es que se abona el terreno de forma natural.
Desde Producción Primaria y COVIAR seguimos trabajando para potenciar así a nuestros pequeños productores emprendedores, que puedan crecer y llevar acabo sus ideas y proyectos. Juntos permiten una vitivinicultura más fuerte y diversa.