El jueves 15 de agosto, en Río Negro, Patagonia argentina, se desarrolló el “Taller de Construcción Participativa del PEVI 2030: Patagonia”, con la coordinación metodológica del INTA y el objetivo de conocer los desafíos, necesidades y realidades de la zona para incluirlos en la actualización del Plan Estratégico Vitivinícola con visión al 2030. La jornada se desarrolló en la Agencia de Extensión Rural INTA Viejo de General Roca.
Este Taller, como en los ya realizados en San Juan y diferentes oasis de Mendoza, tiene como objetivo principal identificar, con visión prospectiva y validar, de manera participativa, variables críticas y acciones estratégicas de un plan estratégico vitivinícola argentino con la meta puesta en el año 2030 y con especial foco en la innovación y la sostenibilidad social y ambiental, en un marco participativo.
El encuentro contó con la presencia de autoridades locales, municipales, educativas, del INTA junto a productores, entidades vitivinícolas, bodegueros y técnicos de la zona sur de Argentina.
Más de 50 asistentes trabajaron en el taller, coordinado por el INTA, buscando analizar debilidades y fortalezas en temas como competitividad, sostenibilidad ambiental, innovación, enoturismo, trabajo, educación, institucional, mercado interno y mercado externo.
Como en los talleres previos, la metodología fue presentada a los participantes, quienes trabajaron en mesas bajo la guía de un moderador a cargo y se analizaron los temas disruptivos de la vitivinicultura para los próximos años, posteriormente hubo una instancia de trabajo de taller y finalizó con las conclusiones a cargo de los moderadores de mesa.
En la apertura, la vicepresidenta de COVIAR, Hilda Wilhelm, dio la bienvenida a los asistentes y sostuvo que en estas instancias de trabajo se busca el consenso en temas inherentes a la vitivinicultura argentina, sin dejar de lado los intereses de cada participante. Agregó: “Concebimos a la gente trabajando en el campo, en una tarea noble, generando riquezas y produciendo para construir un país mejor y eso es lo que defendemos. En momentos difíciles valoramos que estén participando de este taller para hacer una vitivinicultura mejor; por lo dicho les pido que sean críticos y digan lo que piensan porque en momento duros como este debemos ser sinceros, auténticos en nuestros pensamientos y nuestras observaciones. Somos muchos en este proceso y por eso debemos trabajar a futuro y. a través de estas mesas, delinear un Plan para seguir apostando al futuro”.
Por su parte, Carlos Banacloy, secretario de Fruticultura de Río Negro, dijo: “Reconozco que la participación no es fácil, a todos nos cuesta, y muchas personas han realizado un esfuerzo dejando su trabajo y eso es realmente muy valioso porque necesitamos la opinión de todos. De eso se trata el federalismo que tiene la vitivinicultura porque todos nos podemos sentar en la misma mesa. Estos encuentros nos permiten debatir y saber adónde vamos. Desde el Gobierno de Río Negro agradecemos esta iniciativa”.
En este Taller estuvo presente también Mariano Lavin, intendente de Fernández Oro; Carlos Magdalena, director regional del INTA; Darío Fernandez, director de la Estación Experimental Alto Valle; Pablo Morán, director de Agroindustria de la Secretaría de Alimentos del Ministerio de Agricultura de la Nación y Ambrosio Pons Lezica, Coordinador de Escuelas de Agronegocios de dicho Ministerio.
A través de la actualización de las estrategias de cara al 2030, COVIAR se propone hacer un puente desde el diagnóstico de la cadena de valor realizado en los últimos años, a la construcción de escenarios, con la premisa de la información, el debate, el consenso y la convergencia entre el pensamiento y la acción. En un contexto complejo signado por el cortoplacismo, una vez más la cadena de valor vitivinícola propone, a contracorriente, construir el futuro.
Con información, con los actores del sector discutiendo y consensuando cuáles pueden ser las tendencias y variables críticas del contexto en el que nuestros productos llegarán a los consumidores y de la propia evolución de la cadena, considerando así como dimensiones el mercado interno, mercado externo, aspectos sociales (trabajo- empleo, educación-formación, asociativismo), ambientales e institucionales, además del enoturismo, la investigación, desarrollo e innovación, la competitividad y la distribución del ingreso en la cadena. Esos son los ejes del trabajo que demandará un año y que en el primer cuatrimestre del 2020 dará vida al nuevo Plan Estratégico Vitivinícola.
La metodología participativa propia del Plan Estratégico es la construcción de alternativas estratégicas en el marco de un proceso de interacción recíproca donde acuerdan diversos actores de la cadena, respetando las realidades individuales, empresarias, subsectoriales, territoriales, técnicas e institucionales.
Cronograma nacional
Se espera en los próximos meses realizar los restantes en los diferentes oasis productivos del país: a fin de agosto los talleres se realizarán en Zona Centro de Mendoza y, en septiembre corresponde el turno de Norte Argentino y Zona Este de Mendoza. De esta manera, la estrategia global de la vitivinicultura argentina incorporará las visiones locales de todo el país.