El martes 13 de agosto, en San Rafael, Mendoza, se desarrolló el “Taller de Construcción Participativa del PEVI 2030: San Rafael-General Alvear”, con la coordinación metodológica del INTA y la organización de la Corporación Vitivinícola Argentina, con el objetivo de conocer los desafíos, necesidades y realidades de la zona para incluirlos en la actualización del Plan Estratégico Vitivinícola con visión al 2030. La jornada se desarrolló en el Centro de Congresos y Exposiciones Alfredo Bufano.
La jornada fue declarada de interés provincial y municipal gracias a las gestiones del diputado provincial Javier Molina y del presidente del Concejo Deliberante de San Rafael, Ricardo Vergara.
El encuentro, además, contó con una nutrida participación de bodegueros y productores del Sur mendocino. También tuvo el aporte del sector público, universitario, empresarial y la presencia de jóvenes interesados en generar cambios que beneficien al sector vitivinícola.
El foro, uno más del extenso cronograma nacional, tenía como objetivo principal identificar, con visión prospectiva y validar, de manera participativa, variables críticas y acciones estratégicas de un plan estratégico vitivinícola argentino con la meta puesta en el año 2030 y con especial foco en la innovación y la sostenibilidad social y ambiental, en un marco participativo.
Más de 140 asistentes trabajaron en el taller, coordinado por el INTA, buscando analizar debilidades y fortalezas en temas como competitividad, sostenibilidad ambiental, innovación, enoturismo, trabajo, educación, institucional, mercado interno y mercado externo.
Las mesas de trabajo estuvieron compuestas por productores, bodegueros, enólogos, ingenieros agrónomos, representantes del INTA, del INV, del sector universitario y de la prensa. Como en todos los talleres, la metodología –coordinada por Carlos Parera, del INTA– fue presentada a los participantes, quienes trabajaron en mesas bajo la guía de un moderador a cargo y se analizaron los temas disruptivos de la vitivinicultura para los próximos años, posteriormente hubo una instancia de trabajo de taller y finalizó con las conclusiones a cargo de los moderadores de mesa.
La vicepresidenta de COVIAR, Hilda Wilhelm, dio la bienvenida a los asistentes contestó al interrogante sobre qué vitivinicultura necesita nuestro país, “el futuro que queremos para la vitivinicultura es la gente trabajando en el campo argentino, generando riquezas y ayudando desde la ruralidad a construir un país mejor, eso es en lo que creemos y eso es lo que defendemos”.
Por su parte, Ricardo Vergara, presidente del Concejo Deliberante de San Rafael, destacó la participación en el foro “para que podamos buscar puntos de encuentro que potencien la actividad vitivinícola y que logremos encontrar soluciones”. Además invitó a “trabajar desde lo público y lo privado, articuladamente, para enfrentar los grandes desafíos que se presentan, sobre todo por la migración que se produce desde el campo hacia las ciudades, no sólo en la Argentina; debemos favorecer que los jóvenes encuentren en su zona la calidad de vida que les permita seguir pensando en el arraigo a su lugar en el mundo”.
Finalmente, Horacio Galaguza, director de Agricultura de General Alvear, aseguró que “este es el ámbito donde tenemos que discutir. Debemos aprovechar estos espacios para defender las diferencias de cada oasis y no debemos pensar solo en lo que necesitamos ya, tenemos que mirar hacia a las necesidades futuras”.
La Corporación Vitivinícola Argentina se propone hacer un puente desde el diagnóstico de la cadena de valor realizado en los últimos años, a la construcción de escenarios, con la premisa de la información, el debate, el consenso y la convergencia entre el pensamiento y la acción. En un contexto complejo signado por el cortoplacismo, una vez más la cadena de valor vitivinícola propone, a contracorriente, construir el futuro.
Con información, con los actores del sector discutiendo y consensuando cuáles pueden ser las tendencias y variables críticas del contexto en el que nuestros productos llegarán a los consumidores y de la propia evolución de la cadena, considerando así como dimensiones el mercado interno, mercado externo, aspectos sociales (trabajo- empleo, educación-formación, asociativismo), ambientales e institucionales, además del enoturismo, la investigación, desarrollo e innovación, la competitividad y la distribución del ingreso en la cadena. Esos son los ejes del trabajo que demandará un año y que en el primer cuatrimestre del 2020 dará vida al nuevo Plan Estratégico Vitivinícola.
La metodología participativa propia del Plan Estratégico es la construcción de alternativas estratégicas en el marco de un proceso de interacción recíproca donde acuerdan diversos actores de la cadena, respetando las realidades individuales, empresarias, subsectoriales, territoriales, técnicas e institucionales.
Cronograma nacional
Se espera en los próximos meses realizar los restantes en los diferentes oasis productivos del país: el jueves próximo el destino del equipo de trabajo es la región Patagónica. De esta manera, la estrategia global de la vitivinicultura argentina incorporará las visiones locales de todo el país.