El pasado 17 de abril, el Gobierno Nacional anunció un paquete de medidas económicas y sociales vinculadas al consumo interno, beneficios sociales, tarifas y apoyo para las PYMES.
Entre las medidas para las Pequeños y Medianas Empresas, se anunció la eliminación de derechos de exportación (retenciones) para todas aquellas empresas que exporten por encima de su promedio de exportaciones del año pasado. Esta propuesta fue sugerida por COVIAR al presidente Mauricio Macri en la Mesa de Competitividad Vitivinícola, realizada en septiembre pasado en Mendoza.
En la reunión desarrollada en Bodega Bressia el 7 de septiembre, directivos de COVIAR le propusieron al presidente Macri que la aplicación de los derechos a la exportación establecidos al sector se efectúen sobre las exportaciones históricas, tomando para ello un promedio de los últimos años y que las exportaciones incrementales sobre las exportaciones históricas no paguen retenciones. En esa oportunidad, Macri se comprometió a estudiar la propuesta.
La propuesta
Técnicamente, la propuesta se sustentó en la dinámica de las exportaciones vitivinícolas en los últimos años y en la capacidad de generación de valor agregado, además de la fuerte presión impositiva que experimenta el sector y la “dolarización” de una proporción de los costos de producción.
Inicialmente, se propuso incrementar el porcentaje de reintegros y disminuir los derechos de exportación por sobre el incremento respecto a lo exportado el último año para vino a granel, jugo concentrado de uva, uva de mesa y pasa. Es preciso agregar que la propuesta original hecha por COVIAR no incluía diferenciación entre tipos de empresas (PyMES en relación al resto de las empresas).
Derechos de exportación y reintegros
COVIAR trabajó intensamente durante los últimos dos años, en dejar trazada la necesidad de un incremento en los reintegros a la exportación y posteriormente una disminución de retenciones. Esto fue planteado en las diferentes reuniones y encuentros mantenidos con funcionarios del Gobierno Nacional.
En septiembre de 2017 en Casa Rosada, la propuesta de la vitivinicultura al presidente de la Nación fue la de aumentar temporalmente los reintegros a los productos vitivinícolas, para compensar la pérdida de competitividad generada por los altos costos logísticos y la pesada carga impositiva.
En reuniones y plenarios de la mesa de competitividad vitivinícola realizadas en abril y julio del año pasado la COVIAR volvió a plantear la necesidad de incrementar reintegros, aprovechando la baja producción de uvas en la Unión Europea y la oportunidad de colocar productos a precios competitivos en los principales centros de consumo mundial.
En septiembre pasado con la presencia del Presidente Macri en Mendoza y con la efectivización de la baja de reintegros y la imposición de derechos de exportación – 3 pesos por dólar exportado y en algunos productos como la uva de mesa 4 pesos por dólar – la solicitud fue contundente y apremiante: era necesario eliminar los derechos de exportación.
Ya en diciembre y con un contexto que se avizoraba cada vez más complejo tanto en el mercado interno como en los mercados internacionales, el planteo de COVIAR en conjunto con las Cámaras empresarias y los gobiernos provinciales que componen la Corporación Vitivinícola Argentina, al Ministro de Producción Dante Sica, fue no solo la eliminación de los derechos de exportación sino también el incremento en los reintegros.
El complejo vitivinícola
De acuerdo a datos del Observatorio Vitivinícola Argentino, el complejo vitivinícola (vino, jugo concentrado de uva, pasa de uva y uva en fresco) exportó alrededor de 1.000 millones de dólares en 2018. Suponiendo un valor similar para 2019, el pago de derechos de exportación significaría este año más de 3.000 millones de pesos para el sector.
Actualmente, Argentina vende al mundo productos vitivinícolas provenientes de Mendoza, San Juan, La Rioja, Salta, Río Negro, Neuquén, Catamarca y Buenos Aires, entre otras regiones, lo que marca la federalidad de la producción de uva y la importancia de la actividad para una cantidad significativa de provincias argentinas.
Argentina, de acuerdo a la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), se ubica entre los países vitivinícolas más importantes del mundo, siendo el octavo en términos de superficie cultivada, el quinto productor de vinos y el octavo en lo que ha consumo de vinos se refiere, alternando la posición 10º/11ª en exportaciones de vino.
Esta producción se sustenta en más de 17.000 productores distribuidos en 18 provincias que proveen sus uvas a más de 800 bodegas. Además, el turismo del vino ha cobrado importancia en los últimos años, con más de 2 millones de turistas visitando anualmente las rutas del vino de nuestro país.
Según estudios de la Universidad Nacional de Cuyo, la carga impositiva sobre el excedente de explotación en la producción de uva es mayor al 40%, mientras que en una bodega los impuestos significan más de 60% del excedente de explotación.
Asimismo, por su capacidad de generar valor agregado en sus diferentes eslabones, la cadena vitivinícola demanda insumos, productos y servicios de actividades relacionadas: etiquetas, cápsulas, tapones, cajas, maquinarias, insumos para la producción y servicios de promoción y comercialización, entre otros.
Además de ubicarse entre los principales complejos exportadores del país, de acuerdo a datos del Observatorio Vitivinícola Argentino se estima de que toda la cadena vitivinícola genera anualmente más de 100 mil puestos de trabajo de manera directa y 279 mil de manera indirecta (2017).
A nivel país, la cadena vitivinícola representó en 2017 aproximadamente el 0,4% del producto bruto interno nacional y mientras que la vitivinicultura se desarrolla en el 0,1% de la superficie del país, ocupa el 0,1% de la superficie nacional multiplicando por cuatro su participación en el PBI nacional en relación a la superficie que ocupa.
El valor agregado vitivinícola representa el 3% del valor agregado de la industria manufacturera nacional y con relación al valor agregado de productos alimenticios y bebidas, la vitivinicultura significa el 10% (2017).