Desde este 24 de octubre entrará en vigencia en Estados Unidos un nuevo sistema para la importación de bebidas alcohólicas, principal mercado de exportación para el vino fraccionado argentino. Se trata de un nuevo sistema de desgravación fiscal con tasas impositivas reducidas y un nuevo sistema de créditos fiscales, que beneficia a las bodegas y vendedores argentinos que exportan a este mercado.
A partir de esa fecha, los importadores deberán pagar la tasa impositiva completa al momento de la entrada de productos a este mercado y, posteriormente, presentar solicitudes de reembolso a la Alcohol and Tobacco Tax and Trade Bureau (TTB) para recibir las tasas más bajas y obtener los reintegros. Esta regla temporal establece procedimientos para que los miembros de la industria aprovechen las tasas impositivas reducidas y los créditos fiscales, que pueden aplicarse a límites específicos de productos alcohólicos importados que se ingresan para consumo en los EEUU a partir del 1 de enero de 2023.
Para interiorizarse sobre estos cambios y analizar de qué forma esto puede beneficiar a las bodegas y exportadores de vino de Argentina a Estados Unidos, desde la Embajada Argentina en este país se convocó a Robert Tobiassen, presidente de la Asociación Nacional de Importadores de Bebidas Alcohólicas (NABI en su sigla en inglés) a una reunión virtual de la que participaron miembros del Directorio de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), encabezados por Fernando Morales, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes y Exportadores de Mosto (CAFEM), Juan Manuel Palomo, gerente de la Cámara Argentina de Vinos a Granel, técnicos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) y miembros de las unidades ejecutoras de COVIAR como son Wines of Argentina (WofA), Pymes Exportadoras y Negociaciones Internacionales. El encuentro contó con la participación de los especialistas en negocios internacionales Marcelo Elizondo y Emiliano Cisneros, asesores de COVIAR, Adrián Nador, jefe de Cancillería en la Embajada Argentina en EEUU, y Magdalena Pesce, gerente general de WofA.
Con datos anualizados a 2021, Estados Unidos es el mayor mercado de exportación para el vino argentino con ventas totales ese año por U$S247 millones y 701.791 hectolitros en vinos fraccionados, informa el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). Estados Unidos como mercado absorbe el 20,87% de las exportaciones totales de vinos fraccionados de Argentina en volumen y representa el 27,52% en facturación.
«Hoy en día el comercio internacional requiere apoyos “mesoeconómicos” entre el nivel Micro – que se da entre empresas- y el nivel Macro -entre países a través de negociaciones estatales-. Contactar a dos instituciones del nivel y prestigio como son Coviar y NABI apunta a crear esa vinculación intermedia institucional privada, cada vez más relevante para resolver cuestiones que afectan el comercio global y detectar oportunidades», explicó Marcelo Elizondo, especialista en negocios internacionales asesor de COVIAR.
Como presidente de la NABI, Tobiassen comenzó realizando una presentación técnica sobre la reglamentación temporaria que se aplicará a partir del 24 de octubre y explicó que, si bien se trata todavía de medidas transitorias, no considera que la reglamentación final vaya a diferir mucho de esta norma por lo que, a su entender, el espíritu de lo que se buscaba tutelar ya está bien planteado. Sobre esta base, cada productor de vino extranjero recibiría beneficios en forma de rebajas impositivas y créditos fiscales que puede asignar a los importadores con los que trabaja en este mercado. Los beneficios se aplicarán a los primeros 750.000 galones de vino de la producción de ese productor importados a los EEUU en un año calendario. Los créditos son, para cada productor extranjero, de U$S1 por galón de vino (equivalen a 3,78 litros) sobre los primeros 30.000 galones de vino importados, 90 centavos de dólar sobre los siguientes 100.000 galones de vino importados y 53,5 centavos de dólar sobre los siguientes 620.000 galones de vino importados.
Estos beneficios fiscales se aplicaron ya en los años 2018 y 2019, y posteriormente se ampliaron y finalmente se hicieron permanentes a través de la Ley de desgravación fiscal que entra en vigencia desde octubre de 2022. En consecuencia, a partir del 1 de enero de 2023, los importadores deberán pagar la tasa impositiva completa sobre productos alcohólicos ingresados a EEUU y luego presentar solicitudes de reembolso por la diferencia entre el impuesto pagado a la tasa completa y el monto que se habría pagado si la obligación tributaria se hubiera calculado utilizando los beneficios fiscales que los productores extranjeros les asignaron.
El nuevo sistema exige que los productores extranjeros (bodegas y exportadores de vinos y bebidas alcohólicas) que deseen asignar beneficios fiscales a los importadores primero se registren en la TTB, a través de una interfaz de productor extranjero en línea y obtengan una identificación que los acredite como tal. La identificación del productor extranjero será necesaria para vincular la asignación del productor extranjero con los datos de entrada aduaneros asociados del importador y la solicitud de reembolso.
El registro de productores extranjeros también es necesario para proteger los ingresos al garantizar que las entidades que buscan asignar beneficios fiscales a los importadores sean de hecho productores extranjeros existentes y al permitir que TTB recopile cierta información de propiedad necesaria para que se hagan cumplir las reglas.
Según estas regulaciones temporales, los productores extranjeros se registrarán presentando información de identificación básica para su negocio y para un punto de contacto. Esta información incluye el nombre y la dirección de la empresa, así como el nombre, el cargo, el país de residencia, el número de teléfono y la dirección de correo electrónico de un empleado o propietario individual de la empresa que pueda servir como punto de contacto de la TTB para el productor extranjero.
La registración de solicitudes arranca a fines de octubre, a partir de la puesta en vigencia del nuevo sistema, a través de myTTB (my.ttb.gov/).
El productor extranjero que se registre también debe proporcionar ciertas certificaciones que acrediten la autoridad del remitente y la veracidad de la información presentada.
La recopilación electrónica de información de registro y asignación de beneficios fiscales es esencial para la administración de TTB del programa de reembolso de importadores, ya que TTB debe poder validar la existencia de los productores extranjeros, hacer cumplir las limitaciones del grupo controlado en caso de incumplimiento y garantizar que no se excedan las cantidades de beneficios fiscales asignables.
“Las puertas de la Embajada están abiertas para todos todo el tiempo. Muchas gracias por participar”, dijo Adrián Nador de la Embajada Argentina en EEUU y puso a disposición al personal de la Embajada para asesorar y asistir a las bodegas y exportadores interesados.