En un ámbito de cooperación e integración, el sector privado, empresas, la academia y la ciencia se unen para promover la sostenibilidad en la producción y el turismo. La Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) y el Instituto Tecnológico Universitario (ITU) de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) firmaron un convenio de cooperación y colaboración con el objetivo de diseñar e implementar una herramienta digital que permita a las bodegas completar de manera autónoma su autoevaluación de sostenibilidad enoturística, registrar indicadores y generar informes. Al tiempo que se busca integrar a estudiantes en prácticas profesionalizantes y proyectos tutelados, contribuyendo tanto a su formación académica como al desarrollo sostenible del sector vitivinícola de Mendoza y todo el país.
Este acuerdo refuerza el compromiso del sector educativo y empresarial con la formación de profesionales preparados para los desafíos actuales y futuros del sector productivo.
La firma del convenio contó con la participación del presidente de COVIAR, Mario González, y su par del ITU, Guillermo Cruz, quienes destacaron la importancia de la colaboración interinstitucional para impulsar la sostenibilidad en la vitivinicultura.
En el trabajo técnico de campo, que se inicia con este acuerdo, estarán trabajando María Luz Marin, coordinora de las Prácticas Profesionalizantes ITU Sede Este, su director, Herlado Muñoz, y Rodrigo Lemos, coordinador técnico de Turismo del Vino de COVIAR.
Siguiendo los objetivos trazados por el Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) en su actualización al 2030, la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) ha desarrollado primero una Guía de Sostenibilidad, que es certificable y permite accede al sello Vitivinicultura Argentina Sostenible, y una Guía de Autoevaluación Enoturística que permite a las bodegas con apertura turística medir su desempeño en relación con la sostenibilidad ambiental, social y económica.

Ahora, para facilitar su implementación, desde COVIAR en alianza con el ITU y la UNCuyo se busca digitalizar la guía para transformarla en una herramienta interactiva que permita a cada bodega ingresar sus datos, cargar evidencias y obtener informes automáticos.
Las partes acuerdan trabajar para traducir la guía en una estructura lógica de formulario digital con navegación intuitiva que permita la carga de evidencias (archivos) y observaciones por parte de cada bodega, habilitando así la visualización de resultados agregados o individuales y diseñando un sistema de exportación de datos para análisis posterior (Excel o dashboard). La herramienta digital permitirá establecer un sistema de control de accesos con formularios separados o claves por bodega.
Se espera que esta colaboración no solo beneficie a los estudiantes, al brindarles oportunidades concretas de aprendizaje, sino que también genere aportes valiosos para las empresas del sector vitivinícola, especialmente en lo relacionado con la sostenibilidad ambiental, social y económica.