15/05/2015

UBATEC, organización constituida por la Universidad de Buenos Aires, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Unión Industrial Argentina y la Confederación General de la Industria, presentó este viernes 15/05, a las 16 hs en La Enoteca, el Estudio de “Impacto Económico y Social en el mercado argentino de jugos de frutas ante cambios en impuestos internos”.

Como punto central el Estudio determina cual sería el impacto en las economías regionales productoras de jugos, si impositivamente se incentivara el uso de estos jugos en las bebidas analcohólicas, y es en este punto donde se puede ver con claridad como la mayor parte de las economías regionales del país se podrían ver beneficiadas por medidas impositivas que fomenten el uso de frutas, tal como lo plantea el proyecto de ley de uso de jugos naturales en bebidas analcohólicas.

 

Asimismo, a través de esta investigación es posible conocer el impacto en la demanda de bebidas analcohólicas en Argentina, ante posibles modificaciones en impuestos internos, y determinar cual sería el impacto en la demanda de edulcorantes y jugos naturales (durazno, lima, limón, mandarina, manzana, naranja, pera, pomelo y uva). Finalmente el Estudio muestra los resultados de investigaciones científicas sobre la utilización de edulcorantes y jugos, y sus efectos en la salud de los consumidores.

 

 

ANTECEDENTES

En la década del 90’ y con motivo de la desregulación económica se redujo sustancialmente el impuesto interno a las bebidas analcohólicas, pasando de un 25% a un 8%, es decir, una reducción de 17 puntos porcentuales. Por ello desde el 2013 los diputados nacionales Luis Basterra (Formosa) y Osvaldo Elorriaga (Entre Ríos) impulsan un proyecto de modificación de la ley de impuestos internos, que propone fijar en 28% la alícuota que pagan las bebidas analcohólicas para así retrotraer el valor del impuesto a un monto cercano al valor original.

Es importante destacar que hoy nuestro país está posicionado como uno de los principales consumidores de gaseosas, tendencia que creció desde el comienzo de los `80 hasta la actualidad.-

Hay que agregar que la mayor parte de estas bebidas no utiliza jugos naturales en su elaboración, y su consumo, por el impacto que tiene en la salud de la personas está siendo fuertemente cuestionado a nivel mundial.

El Proyecto de Ley además plantea que se reducirá un 3% el valor de la alícuota, a aquellas bebidas analcohólicas que contengan como mínimo 10% de jugos de frutas del mismo género botánico del sabor de la bebida.

De acuerdo a los datos de 2012, el consumo de bebidas analcohólicas en nuestro país es de aproximadamente 5.100 millones de litros, de los cuales el 84% (4.300 millones de litros) corresponde a gaseosas y el 16% (800 millones de litros) representa el consumo de aguas saborizadas. Asimismo una proporción de ambas bebidas se endulzan con azúcares nutritivos y otra parte (bebidas “light”) con azúcares sintéticos. Entre los nutritivos se encuentran el azúcar y el jarabe de maíz de alta fructuosa (JMAF). De acuerdo a datos del Ministerio de Agricultura de la Nación sobre despachos de azúcar y JMAF, un 65% de las bebidas analcohólicas en Argentina se edulcora con azúcar y, el 35% restante con JMAF.

 

PROPUESTA DE LA VITIVINICULTURA

 

A partir de esta iniciativa, la VITIVINICULTURA ARGENTINA, a través de legisladores de las demás regiones del país y miembros del poder ejecutivo de las provincias vitivinícolas, busca sumar al proyecto un incentivo importante respecto de la utilización de edulcorantes naturales como son el azúcar y los jugos concentrados. Este incentivo permitirá reducir el efecto que tendrá en el precio de las bebidas analcohólicas el proyecto original, haciendo que la demanda de jugos y edulcorantes naturales aumente, contribuyendo de esta manera al desarrollo de las economías regionales de Catamarca, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan y Tucumán.

 

La propuesta de este sector es de reducir la alícuota al 18% para aquellas bebidas analcohólicas, gasificadas o no, edulcoradas en un rango entre el 5% y el 9% con jugos o zumos de frutas concentrados y con un mínimo de 75% con caña de azúcar, cuando provengan de distinto género botánico. Esto hará que la demanda de azúcar aumente por dos causas: la disminución del precio y el aumento de la demanda del bien final (las bebidas analcohólicas) y el “piso” de edulcoración del 75% con azúcar.

 

Para la vitivinicultura, la situación con incentivo total demandaría alrededor del 64 mil toneladas de jugo concentrado de uva. Dicha suma significaría un aumento importante de demanda de uvas (257 millones de kg.) con dicho destino, afectando unas 14.300 hectáreas y alrededor de 2.000 productores en las provincias de Mendoza, San Juan, Catamarca y La Rioja.

La diferencia de esta propuesta radica en el incentivo a la producción de bebidas analcohólicas más naturales, ya que por un lado promueve la utilización de jugos naturales y se disminuye el contenido global de edulcorante por un menor utilización de JMAF, y al mismo tiempo la demanda de azúcar de caña aumentará.

CONSULTÁ EL INFORME

Estudio Impacto impuestos internos – ejecutivo. Proyecto de ley de uso de jugos naturales