El martes 3 y el jueves 5 de septiembre, se realizaron dos Talleres de Construcción Participativa PEVI 2030 en Chilecito (La Rioja) y Cafayate (Salta) respectivamente.

En La Rioja el encuentro fue realizado en la sede de la Cámara Riojana de Productores Agropecuarios (CARPA) mientras que en Salta la actividad se desarrolló en el Centro Integrador Comunitario de Cafayate, participando más de 130 referentes entre bodegueros, productores, enólogos, técnicos, jóvenes, autoridades y directivos de COVIAR e INTA.

Estos Talleres tienen como objetivo principal identificar, con visión prospectiva y validar, de manera participativa, variables críticas y acciones estratégicas de un plan estratégico vitivinícola argentino con la meta puesta en el año 2030 y con especial foco en la innovación y la sostenibilidad social y ambiental, en un marco participativo.

El análisis preliminar de los resultados de ambos Talleres, muestra como el desarrollo del turismo, la condición “orgánica”, la incorporación de tecnología en recursos hídricos y la diferenciación, son elementos que, a piori, deberían tenerse en cuenta como fortalezas de la región para hacer frente al contexto en el cual se desarrolle el sector en los próximos años.

En Chilecito, Mario González (h), presidente de CARPA director de COVIAR abrió el encuentro remarcando la necesidad de trabajar a conciencia en el Taller a fin de diseñar la vitivinicultura argentina a 10 años. Agregó que la institución que preside trabajó siempre junto a la Corporación Vitivinícola Argentina, con coincidencias y disidencias, pero siempre con un objetivo común: el Plan Estratégico 2020.

Por su parte Hilda Vaieretti, vicepresidente de COVIAR detalló que el Plan Estratégico Vitivinícola 2020 tuvo una visión en cadena, al tiempo que en esta actualización del Plan, se busca fortalecer la federalidad que tiene la vitivinicultura argentina, con miradas regionales y foco en las necesidades y características de cada zona vitivinícola.

Ángel Leotta, presidente de COVIAR, remarcó la importancia del trabajo conjunto entre los sectores público y privado y la definió como la unión vital que nos permite trabajar sobre políticas de ambos sectores y coordinar proyectos, programas y acciones a realizar. Agregó que la actual situación de la vitivinicultura argentina genera la misma preocupación para todos los sectores y que la actualización del Plan a 10 años responde a este contexto.

Por el gobierno de Salta, Baltasar Saravia, jefe de Gabinete de Ministros, destacó la importancia de la realización de los talleres en el norte argentino para el desarrollo de la vitivinicultura en los Valles Calchaquíes.

Asimismo, Eduardo Nieva, cacique de la comunidad indígena Amaicha del Valle (Tucumán) participó del taller y sostuvo: “somos diversos productores entre grandes y pequeños reunidos en cooperativas… provengo de una bodega comunitaria. Recoger las inquietudes de todos los productores para proyectarse a diez años a través de un plan y lograr la sustentabilidad en el futuro, resulta sumamente importante porque la alianza estratégica que podemos hacer y el respaldo del INTA y de COVIAR.
Con este proceso de actualización del Plan –que incluye los Talleres– la Corporación Vitivinícola Argentina se propone hacer un puente desde el diagnóstico de la cadena de valor realizado en los últimos años, a la actualización de las metas y objetivos del Plan Estratégico Vitivinícola, con una visión prospectiva y con foco en la innovación y la sostenibilidad social y ambiental, con la premisa de la información, el debate, el consenso y la convergencia entre el pensamiento y la acción. En un contexto complejo signado por el cortoplacismo, una vez más la cadena de valor vitivinícola propone, a contracorriente, construir el futuro.

Con información, con los actores del sector discutiendo y consensuando cuáles pueden ser las tendencias y variables críticas del contexto en el que nuestros productos llegarán a los consumidores y de la propia evolución de la cadena, considerando así como dimensiones el mercado interno, mercado externo, aspectos sociales (trabajo- empleo, educación-formación, asociativismo), ambientales e institucionales, además del enoturismo, la investigación, desarrollo e innovación, la competitividad y la distribución del ingreso en la cadena. Esos son los ejes del trabajo que demandará un año y que en el primer cuatrimestre del 2020 dará vida al nuevo Plan Estratégico Vitivinícola.

La metodología participativa propia del Plan Estratégico es la construcción de alternativas estratégicas en el marco de un proceso de interacción recíproca donde acuerdan diversos actores de la cadena, respetando las realidades individuales, empresarias, subsectoriales, territoriales, técnicas e institucionales.

Cronograma nacional

Se espera culminar en septiembre con el Taller de la zona Este de Mendoza. De esta manera, la estrategia global de la vitivinicultura argentina incorporará las visiones locales de todo el país.