El año que dejamos atrás nos presentó nuevos desafíos que supimos sortear y hoy contamos con nuevas herramientas. Se logró terminar la cosecha y se declaró a la vitivinicultura actividad esencial, creando un estricto protocolo sanitario para cuidar a cada una de las persona que participan de la cadena productiva. Firmamos convenios, exportamos e hicimos todo para estar cerca de cada uno de los productores en este difícil contexto. Hoy encaramos un nuevo año, con un nuevo Plan Estratégico para toda la vitivinicultura nacional. Un nuevo inicio, con nuevos objetivos y experiencias.